Relación entre belleza masculina y ser afeminado
![]() |
Pese a la delicadeza que pueda transmitir esta imagen, y el cabello abundante del niño (sin llegar a ser largo como de mujer), no me parece que este niño ilustrado sea un ejemplo de afeminado |
¿La belleza física del hombre, o el ser delicado lo vuelven afeminado?
Soy de Panamá, un lugar llamado Monagrillo ubicado en el distrito de Chitré. Pienso que, muchas personas solían pensar (no sé si igual la juventud actual) que la belleza o la delicadeza pudieran ser sinónimos de afeminamiento.
De hecho, me han contado cosas como que antes habían personas que pensaban que un hombre debía ser feo para ser considerado realmente un hombre (como aquello de que un hombre no debía llorar por nada). Solamente las mujeres debían ser hermosas.
Bueno, yo pienso diferente. Para mí, a un hombre con un semblante hermoso no lo ubicaría como afeminamiento solamente por ello. Y, pese a que antes pudiera haber pensado diferente, quizás, tampoco la delicadeza.
Un afeminado, a mi entender, es alguien que tiene conductas propias de las mujeres. Por ejemplo, eso sí, que un hombre lleve el cabello largo o con peinados femeninos, sí lo catalogaría como tendencia afeminada.
Un hombre delicado, por el contrario, no. A menos que camine intentando parecer una mujer. No es lo mismo la delicadeza que el afeminamiento.
Así mismo, no considero lo mismo el ser afeminado que ser homosexual. Un hombre pudiera ser afeminado y no tener preferencias homosexuales. A la inversa, pudieran haber homosexuales que no sean afeminados.
Tanto la homosexualidad como las conductas afeminadas son cosas que yo no comparto.
En esta línea, quisiera plantear mi pensar sobre la estigmatización histórica que ha habido en algunos lugares con respecto a la belleza masculina. En mi opinión, me parece una conducta perniciosa el rechazar a un hombre por tener facciones hermosas (no me refiero de parte de una mujer, sino a una conducta social en general).
Puede que rechazar la delicadeza de un hombre sea algo más pasable, pero realmente considero algo dañino y malvado rechazar la belleza masculina o intentar rebajarla de su grado de masculinidad.
No, un hombre con semblante hermoso no necesariamente parece una mujer. Incluso, en la historia pudieran haber hombres más hermosos que cualquier mujer, no por ello voy yo a considerarme homosexual por reconocerlo.
Quizás la historia de algunos lugares, como Roma, ha sido malvada en este sentido, una historia que resaltaba la belleza masculina, especialmente de jóvenes hermosos, pero que era parte de una cultura que también idealizaba el homosexualismo en la sociedad. En la antigua roma los jóvenes hermosos eran vistos comúnmente como parejas íntimas de hombres poderosos, incluyendo emperadores.
Por supuesto, esto no era así en todas las culturas, pero lamentablemente el imperio romano tuvo mucha influencia en la antigüedad y en épocas posteriores sobre muchas naciones.
Incluso en la actualidad hay culturas de Medio Oriente, donde practican la religión llamada islam, donde jóvenes con semblante agradable a la vista, son vejados por hombres poderosos, vestidos como mujeres. En este caso, a diferencia de los romanos, prefieren muchachos delicados y no musculosos.
Estas conductas repugnantes, desde la discriminación de algunas personas por su belleza, hasta el homosexualismo, son cosas que las vinculo con la maldad.
De hecho, en muchos lugares, la sociedad discrimina tanto la belleza y enaltece la maldad que algunos muchachos tienen que volverse malvados para poder obtener un lugar.
![]() |
Este sujeto de la ilustración sería, en mi opinión, un ejemplo de afeminado. Su cabello es largo y su peinado como el de una mujer |
Belleza intelectual (la mayor belleza de un ser)
La belleza no se limita a lo físico, por supuesto, pero la sociedad también rechaza la belleza intelectual, prefiriendo muchas veces lo feo a lo hermoso.
Si un muchacho, que por mi edad no lo soy, le dijera a aquella que quiere que sea su novia: “No sé lo que estás pensando ahora, pero yo ahora pienso en tus ojos que son hermosos como un estanque sobre el que vuelan dos palomas”. Sí, un rudimentario párrafo de amor, pero no dejan de ser hermosas palabras como para una que es hermosa como una flor.
En cambio, muchos, no todos, preferirán decir palabras diferentes, que incluso pudieran sonar hirientes, y ellas las oyen emocionadas como si quisieran ser maltratadas y, de alguna forma, odiadas. Ignorando los sentimientos de su corazón, pero abogando por las bajas pasiones, a veces impúdicas.
La otra vez veía a una chica, quizás casi menor de edad, con un muchacho quizás casi menor de edad, el cual en lo que vi se la pasó diciendo él una sarta de vulgaridades en presencia de ella, no le oí, pues, al joven, nada lindo ante tan hermosa doncella. Pero ella era algo así como su novia, posiblemente enamorada.
Aclaro, él no le estaba diciendo a ella directamente, simplemente era su forma de hablar ante ella. No sé qué le dirá en la privacidad. Empero, sé de casos donde sueltan, intencionalmente, pedos públicamente para el deleite de la dama.
Eso es más común de lo que se piensa. Parece que a muchas mujeres les apasiona ser maltratadas, como si se divirtieran con ello más que con expresiones amorosas.
Por supuesto, muchos jóvenes evitan la delicadeza al tratar a la mujer con sus palabras por no ser vistos como tontos o potenciales homosexuales. Algo alejado de la realidad, la delicadeza no es sinónimo de homosexualidad.
Tomar también la mano con delicadeza, mirándola con dulzura a los ojos, no parece ser lo que todas prefieran.
Ahora, quiero aclarar, para concluir, que tampoco pienso que la fortaleza física o de palabras del hombre sea sinónimo de odio. A veces, la dureza al tratar procede de los más fieles sentimientos y el más sincero amor, no siempre será por lo mismo, porque cada cosa tiene su lugar como cada texto su contexto.