¿El médico sabe todo?: No, pero un curandero no es la opción
"El médico sabe": ¿En serio? (Los médicos tampoco saben todo)
Los médicos son personas preparadas con diversos estudios que los llevan a abordar de forma profesional su profesión. Pero son humanos, y como humanos no pueden saber todos.
Por eso existen diversas disciplinas dentro de la medicina, como la cardiología, la endocrinología, la nefrología, la pediatría, la geriatría, entre otras.
Esto es porque los temas médicos son amplios y complejos y difícilmente una sola persona pudiera estudiar y aprender lo suficiente como para dominar todas estas disciplinas médicas antes mencionadas.
Aún así, los médicos pueden equivocarse también cuando estudian una especialidad solamente. Son seres humanos, por un lado, y por el otro, la medicina es parte de los avances en conocimientos de la humanidad.
La humanidad tiene limitaciones y se puede equivocar. Tanto el médico, como la medicina en sí, pueden estar equivocados algunas veces.
Sin embargo, este enfoque realista no debe ser malinterpretado, ni aprovechado, como puede suceder, por charlatanes o supuestos expertos que proponen soluciones alternativas.
Muchas veces cambiar al médico por el curandero de pueblo puede ser una elección peor para la salud.
¿Qué hacer entonces cuando un médico no tiene solución a un problema de salud?
Cuando médico no tiene solución a problemas de salud, aveces tenemos que optar por ser realistas. Aunque esto suene, para algunos, como aquello que llaman pesimismo.
Aveces las enfermedades no tienen cura para el médico, aveces hay males sin remedio, y aveces los remedios no curan y no dan la solución definitiva ni ideal.
En un mundo ideal sin muerte los médicos serían capaces de solucionar todos los problemas relacionados con enfermedades. En la realidad de este universo, la muerte no deja de llegar, y hay enfermedades incurables que acompañarán a las personas durante años hasta su muerte.
Entonces, lo que queda es conformarse y ser realista.
No parece nada realista que un curandero, con un menor acceso a información, con menos estudios y con una formación profesional inexistente (o, por lo menos, ineficiente) pueda superar en conocimiento útil y práctico para abordar temas de salud a un médico.