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Steve Jobs y la influencia budista (Medicina alternativa)

 


Oreja y corazón en un bosque. Arte digital
Steve Jobs, el hombre que murió por escuchar a su corazón en lugar de a los médicos

Buda, una mala influencia para Steve Jobs que terminó llevándole a una muerte prematura

Steve Job murió de un cáncer que se podía tratar y solucionar con ayuda de la medicina convencional, pero prefirió escuchar a Buda y murió pronto:

Steve Jobs tenía unos tumores neuroendocrinos de, relativamente, poca gravedad, comparados con el muy agresivo adenocarcinoma que tienen el 95 % de los pacientes de cáncer de páncreas. En mi serie de pacientes para muchos subtipos de este cáncer la tasa de supervivencia durante más de una década fue del 100%. 

Dr. Ramzi Amir


Jobs podía ser tratado y operado, aparentemente, de forma exitosa si se atendía a tiempo, pero rehusó el tratamiento por elegir una dieta budista, parecida a la llamada dieta macribiótica

Cuando las cosas empeoraron, pese a su dinero y fama, Jobs no pudo superar la enfermedad. No había médico que pudiera llamar o contratar, al perecer, que pudiera hacer algo muy positivo por Steve Jobs con el avance que había tenido su cáncer.

Y es que, una de las cosas que tiene este conjunto de enfermedades, es que para lograr una recuperación favorable la detección temprana es fundamental. Pero, también la atención temprana.

A Jobs se le detectó el cáncer a tiempo, pero se opuso a recibir tratamiento en un principio, confiando en el budismo.

Fue una decisión personal que le costó a él y a su familia.

Pero no fue una decisión tan personal, si consideramos que estaba, evidentemente, mal informado.

Por ejemplo, Albert Einstein también se negó a recibir atención médica (una cirugía) y terminó muriendo por esa causa. Pero, Einstein comprendía que si no recibía la cirugía moriría. Einstein asumió la muerte.

Por el contrario, Jobs pensó que sobreviviría a la enfermedad con los métodos budistas.

Einstein no tenía las esperanzas en sanar que tenía Jobs, por lo que Jobs depositó sus esperanzas en algo que luego no valió nada para un hombre que quería seguir con vida. Al darse cuenta, fue presto por ayuda médica, nuevamente, pero, ahora era demasiado tarde. 

En la biografía de Steve Jobs se lee:

durante nueve meses se negó a someterse a cirugía para el cáncer de páncreas – una decisión que lamentó más adelante cuando su salud empeoró. En su lugar usó acupuntura, dietas vegetarianas, hierbas medicinales y otros tratamientos que encontró en internet, e incluso consultó a un vidente.

Walter Isaacson (Biógrafo de Jobs)


(Charlatanería y fake en internet)


Jobs escuchó a Buda y a su corazón, Einstein a su razonamiento e información médica. El resultado fue el mismo para ambos, pero uno se equivocó más que el otro

En esos momentos, para Einstein la cercanía de la muerte no representaba una sorpresa. Pero, en esos momentos de enfermedad, Jobs no esperaba la muerte, sino que tenía esperanza en Buda, sin embargo, lo sorprendió la muerte.

Buda, Jobs y Einstein no eran hombres con muchas cosas en común, al parecer. 

Buda fue un hombre rico que a los 30 años dejó todas las riquezas que tenía y su vida en un palacio (porque era un príncipe, hijo de reyes) y se fue a vivir prácticamente como un vagabundo (según cuentan sus biografías). 

Por el contrario, Jobs fue un hombre de clase media-baja, que con habilidad logró construir uno de los negocios más lucrativos en la actualidad, Apple. Esto junto a socios, por supuesto.

Jobs se enriqueció materialmente, pero Buda se despojó de las riquezas. Jobs trabajó duro por hacer crecer su empresa generadora de dinero. Buda, por el contrario, solo se esforzaba en sus propios intereses de alcanzar lo que llamaba sabiduría y no le interesaban las riquezas o la fama. Luego, esos intereses de Buda pasarían a ser los de muchos más que, como él, querían alcanzar lo que Buda alcanzó.

Hasta aquí sin mencionar los posibles aspectos físicos de uno y otro. Jobs era un hombre muy delgado y Buda probablemente uno bastante gordo. 

Por su parte, Einstein no era ni una cosa ni otra. Einstein no era rico, pero tampoco pobre.

Por ello, la principal diferencia entre los tres hombres, quizás sea su forma de pensar. 

Jobs era un emprendedor neoliberalista, Einstein era un intelectual socialista, y Buda era un hombre que buscaba eliminar la insatisfacción desapegándose de sí mismo. 

Pero el que salió más "trasquilado" de los tres, parece que fue Jobs, que murió cuando no quería asumir su muerte, cuando tenía 56 años y lo que él consideraría una vida exitosa. Einstein murió a los 76 años, asumiendo que moriría. Buda murió de 80 años (según dicen), pensando que estaría en una condición mejor al morir.


Conclusión: Jobs, la medicina y el budismo

Para Steve Jobs, co-fundador de Apple, elegir al budismo antes que a la medicina el costo fue alto. Un hombre que gozaba de su éxito como empresario y como figura pública, cuyos discursos eran aclamados, que pese a reconocer que saber que moriría lo alentaba, no parecía estar dispuesto a que la muerte lo alcanzara. Terminó enfrentando lo que no quería asumir, cuando no lo esperaba lamentó no haber tomado otras medidas. Aunque al final, al despedirse, se reflejó que lo asumía. 

Era tarde para Jobs, los médicos ahora no podían hacer nada por él. 

No fue como Buda, no fue como Einstein. Aunque para Einstein, desde su punto de vista, la muerte quizás no era una inversión exitosa, era la mejor que podía hacer en ese momento, parece que pensó.

Buda, en su imaginario religioso, pensaría que era una gran inversión el morir.

Por el contrario, probablemente Jobs terminó dándose cuenta que escuchar al budismo en lugar de a los médicos, fue la peor inversión de toda su vida.

La historia de Steve Jobs, el hombre que recurrió al budismo antes que a la atención médica temprana, nos recuerda los peligros que hay detrás de la desinformación en materia de salud y bienestar, incluyendo en la llamada "medicina alternativa".

En resumen, la trágica historia de Steve Jobs es un recordatorio de que aunque la muerte es inevitable, informarnos adecuadamente y no escuchar cualquier cosa, pudiera plantear una diferencia. 

Barrie R. Cassileth, jefa del departamento de medicina integrativa del Memorial Sloan Kettering Cancer Center dijo:

"La confianza de Jobs en la medicina alternativa probablemente le costó la vida... tenía el único tipo de cáncer de páncreas que es tratable y curable... básicamente se suicidó"

Obviamente, literalmente Jobs no se suicidó, porque no era su idea morir. Su corazón le indicó que en el budismo estaba su camino, lo siguió y perdió. 

Finalmente, es cierto que la medicina no tiene solución para todo, hay enfermedades incurables. Pero, enfermedades como la de Jobs, al parecer, se podían tratar positivamente si se comenzaba el tratamiento a tiempo. Jobs aplazó ese tratamiento influenciado por ideas que terminaron acortando sus años.